DOG FRIENDLY SITE

viernes, 9 de agosto de 2013

¿NO TE HE DICHO?

Hace un par de años ocurrió que hubo una merma de trabajo muy fuerte en el canal de TV adonde trabajaba, misma que coincidió con las fiestas de fin y principio de año. De pronto me encontré ante el problema que tenía que conseguir un empleo que me diese el dinero que no había podido cobrar en Diciembre y Enero porque las cuentas ya estaban tocando a mi puerta.

De pronto me encontré ante un imposible.

Por un lado era la época en que no se comienzan nuevos proyectos ya que todos los programas de TV en México suelen arrancar hacia Marzo por asunto de ventas. Por otro lado, aún sucediera un milagro y hubiese un proyecto que arrancase en ese momento, este no se pagaría hasta dos meses después cuando estuviese al aire…De un modo u otro, estaba en serios problemas.

Cuando todo presagiaba que iba a caer en la desesperación y el estrés, casualmente estaba leyendo mi biblia y  Dios me llamó la atención a ver esto como una oportunidad para que El me mostrase su poder. Así que yo, muy obediente, oré en consecuencia y le pedí a Dios trabajo y el dinero que necesitaba y lo necesitaba para ya. Y lo creí. Creí que Dios podría hacer posible lo que mi experiencia me decía que era imposible…

Cierta vez, durante el tiempo en que Jesús  enseñaba a sus apóstoles, sucedió que un gran amigo de Jesús enfermó de gravedad. Su familia, amigos y aún los apóstoles supieron que lo mejor que podía pasar era que Jesús fuera y lo sanara. Este permaneció un par de días sin moverse del lugar antes de partir. Durante esos días, el amigo de Jesús , Lázaro, finalmente murió.

Para cuando Jesús llegó hasta donde estaba la familia de Lázaro, este llevaba ya tres días de muerto.

Para cualquiera que haya tenido contacto con cadáveres, sabe que un cuerpo que lleva tres días de muerto en el sofocante desierto, está en un estado avanzado de descomposición.

Por eso, cuando Jesús pidió que retiren la piedra del sepulcro, le advirtieron que no lo hiciera porque el cuerpo ya despedía un olor muy desagradable, el olor a putrefacción. Se conoce que el cerebro puede aguantar hasta ocho minutos sin oxigeno antes que haya daño cerebral irreversible. Por eso los médicos saben que tienen un límite de tiempo para revivir una persona que ha dejado de respirar. Durante ese corto lapso, los médicos luchan con todo lo que tienen a la mano, pero cuando el límite de tiempo los ha sobrepasado, la lucha de detiene y el médico indica la hora de muerte del paciente para que conste en su archivo…ya no hay nada que hacer, ya es imposible traerlo de vuelta.

8 minutos para reanimar el cerebro…Y Lázaro lleva 72 hs. muerto y está descompuesto. ¿Qué tipo de fe puede imaginar que ese cuadro puede revertirse?




Hay momentos en la vida en que todo parece imposible. 

Le pedimos a Dios que nos ayude en tal situación y la ayuda no llega cómo y cuándo la esperábamos.  Frustrados y perplejos pensamos: “Dios no hizo nada…ya no hay manera de salir de esto”. La familia de Lázaro esperaba que Jesús lo sanase y Jesús no llegó. Lázaro murió…ya no hay manera. El ejército egipcio está por llegar y vienen enojados y el pueblo de Israel acaba de quedar atrapado entre ellos y el Mar Rojo…ya no hay manera. La barca con los apóstoles esta internándose en una tormenta y Jesús duerme. De pronto la furia del ciclón arremete contra la barca…ya no hay manera…El médico me dcie que lo que tengo es incurable...ya no hay manera...Mi esposo nos abandonó seducido por una mujer más joven...ya no ha manera...El trabajo se me acabó en el peor momento posible...no hay manera...

Es en esos momentos cuando, para algunos de nosotros, la fe se tambalea como un castillo de naipes.

Y es que muchas veces miramos a Dios bajo la perspectiva humana. Ante un problema, imaginamos la solución “normal” que Dios puede traer a ese problema (Como las hermanas de Lázaro pensaron ante la enfermedad de su hermano: la solución era que Jesús llegara, lo sanase y adiós problema)

Y no es que no tuvieran fe, ni es que nosotros no la tengamos. En el mismo capítulo, las hermanas de Lázaro declaran dos veces su fe en la divinidad y poder de Jesús:  

“Entonces Marta le dijo a Jesús:
—Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto. Pero aun así sé que si tú le pides algo a Dios, él te lo dará.
Jesús le dijo:
—Tu hermano volverá a vivir.
Marta le dijo:
—Yo sé que él volverá a vivir cuando sea la resurrección, en el día final.
Jesús le dijo:
—Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí, aunque muera, vivirá. Si alguien vive y cree en mí, realmente no morirá jamás. ¿Crees esto?
—¡Sí, Señor! Creo que tú eres el Mesías, el Hijo de Dios, que iba a venir al mundo.”

Cuando la solución que pensamos no llega, nuestra limitación humana nos dice que ya es imposible salir de ese problema.

Es increíble como tan a menudo ponemos limites a lo que Dios puede hacer, olvidando que Dios no tiene límites (Si no...pues no sería Dios. Lógico ¿No?). 
Bajo esta perspectiva, Él puede hacer lo que quiere. El podría hacer desaparece este mundo en un microsegundo (sin necesidad de bombas nucleares ni cometas asesinos) y hacerlo reaparecer otra vez pero de color morado, justamente porque Dios no tiene límites, ni de espacio, ni de tiempo, ni de recursos.

A veces, Dios permite situaciones que parecen imposibles de ser sobrellevadas en nuestras vidas  y no es con el objetivo que suframos, como a muchos nos parece en esos momentos. Claro, uno sufre a veces, pero el fin es otro. 

La familia de Lázaro sufrió la muerte de este. En esos momentos  sentimos que nuestras fuerzas van a fallar y que nuestra fe no va a alcanzar ante el desafío que tenemos por delante.

Y resulta que el propósito de Dios para ese momento no es otro que revelarnos personalmente su gloria, que compartamos algo que nadie más podrá compartir. Que veamos algo único y entendamos que Dios es Dios y que, cuando parece que estamos familiarizándonos con El, nos sorprende con algo espectacular e inesperado y toda nuestra experiencia cristiana parece desvanecerse ante la nueva revelación. Por eso cierra toda puerta que nos pueda tentar a quitarle algo de merito a Él y nos provee una salida que no deja lugar a ninguna duda acerca del poder de Dios y de su amor siempre oportuno.

Por eso Jesús llega tarde a propósito y evita sanar a Lázaro, para enseñarles a todos la lección más importante: ¿No te he dicho que si crees veras la Gloria de Dios?” Punto, no hay mas condicionales que “Creer”. Otra traducción de la Biblia “La Biblia para todos” (personalmente mi versión favorita) dice: ¿No te dije que si creías ibas a ver la grandeza de Dios?

La grandeza de Dios. No un milagro de esos a los que ya se estaban acostumbrando los que rodeaban a Jesús, como unos preguntaron por ahí: “Este hombre le dio vista al ciego, ¿por qué no pudo evitar la muerte de Lázaro?”…Mientas estamos vivos todo es posible, pero cuando algo que sobrepasa nuestro entendimiento humano se presenta, nos quedamos sin respuesta, nos sobrepasa.

El ver a Dios actuando fuera de nuestra esfera de entendimiento nos deja perplejos. 
Entonces la grandeza de Dios se deja ver y echa toda familiaridad por tierra:

“Entonces quitaron la piedra. Jesús miró hacia arriba y dijo:
—Padre, te agradezco porque me has escuchado. Sé que siempre me escuchas, pero lo digo por toda la gente que está alrededor. Así creerán que tú me enviaste.
Después de decir esto, Jesús gritó:
—¡Lázaro, sal de ahí!
El hombre que había estado muerto salió. Sus manos y pies estaban todavía atados con vendas, y su cara estaba envuelta en un lienzo. Jesús le dijo a la gente:
—Desátenlo y déjenlo ir.”



El que estaba muerto desde hacía más de tres días. El que estaba en estado de putrefacción, salió caminando y en perfecto estado de salud y con hambre y sus pasos se volvieron a oir  y su sombra se dibujó una vez más sobre la tierra mientras se encaminaba a algún puesto de tacos (Tengo la teoría personal que en todo evento social aparece un tipo que aprovecha para venderle tacos a la gente) y nos demostró lo que a veces solemos olvidar, aun en nuestro diario caminar junto a Jesús: Dios es único y glorioso y no hay nada que no pueda hacer. Dios no tiene parámetros y me fe no puede funcionar dentro de mis parámetros. Me fe no debe concentrase en el muerto y lo mal que huele, sino concentrarse en que Jesús esta aquí y a Él nada lo contiene ni lo detiene. “Tranquilos, Jesús esta aquí y ya no hay nada que temer. No sé como lo va a hacer pero Él se hará cargo porque nada es imposible para Dios”


Y nos ama tanto que le ha placido (le dio la gana) de compartirnos Su reino glorioso a una manada pequeña de ovejas de escasa inteligencia espiritual que solemos olvidar delante de quien estamos y el sublime amor con el que seremos amados por toda la eternidad. Dios ya nos lo ha dado todo y quiere que nuestra fe llegue a tal profundidad de confianza que podamos entender justamente eso.

Regresando a mi propio Lázaro…cargado de fe busqué en los lugares que pensé que podía conseguir trabajo o quizá un préstamo y todas las puertas se cerraron. Meditaba sobre qué pasaría y ya comenzaba a desesperar y me fe a tambalear cuando Dios me puso en  mi mente que fuera a ver a cierto amigo que tiene una productora de tv para el que ya había hecho un par de programas. La verdad nunca se me había ocurrido ir a verlo.

Pero ni lo llamé.  Salí encaminado hacia allá y, a decir verdad, la idea en mi mente era pedirle una especie de adelanto a cuenta de futuros trabajos… Así que llegué a su oficina (en todo el camino había ido practicando el cómo iba a mencionarle el asunto del dinero) Y ni bien me vio, me dijo (versión resumida): “¿Qué crees? Acaban de darme un reality para Fox y ahora que estas acá y lo pienso, creo que serias perfecto para dirigir el contenido”

Me quedé helado.  Entonces me dijo cuanto iba a pagarme por el trabajo y yo, sin saber porque, abrí mi boca y le dije que aceptaba solo si me adelantaba el primer mes de sueldo… (Una locura, ahora visto a la distancia) Pero, contra toda lógica,  él aceptó y al otro día apareció el dinero en mi cuenta que resultó ser más de lo que yo necesitaba…

Todo comienza con un paso de fe hacia Jesús. Con la misma fe que abrimos nuestro corazón para aceptarle como Señor y obtener la gracia de la salvación por la fé en su obra en la cruz, podemos relacionarnos con Jesús y adentrarnos más y más en un reino que no tiene límites. Ante lo imposible, Dios solo me dijo: Si crees verás Mi Gloria. Lo hice y Él me dejó una impresión de fe que nunca se borrará de mi corazón. Ahora sigo creyendo y quiero ver más de Su Gloria hoy. 



                                        ¡Pásele a comer don Lázaro! 
                             ¡Que bueno que lo veamos caminar de nuevo!

Pablo David Monlezun



REFERENCIAS BÍBLICAS:


Si deseas dejar un comentario o contarnos una experiencia similar, debajo de cada relato encontrarás el casillero adonde escribirlo y en “Comentar como” solo abres la pestaña “Nombre/url” y allí dejas tu nombre.

Si esta reflexión fue de bendición para tu vida, por favor compártela con otros. Cada semana habrá nuevas reflexiones en este blog. Si lo deseas puedes seguir nuestro twitter:  @pescadorcorazon  donde te avisaremos al instante cada vez que haya nuevas entradas en el blog.


pescador de corazones stories © All rights reserved.

3 comentarios:

  1. muy bonita enseñanza, pablo. a seguir por el camino del señor.

    ResponderEliminar
  2. adriana771@live.com.mx18 de noviembre de 2013, 6:26

    SI LO LEI Y QUE IMPACTANTE TESTIMONIO,Y QUE GUSTO CONOCER A PABLO DAVID, INSPIRADO Y CON UNA FLUIDEZ EN TUS PALABRAS, GRACIAS A DIOS POR MI HERMANO

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias! Y perdón por responder tan tarde, pues no había notado tu comentario. DTB!

      Eliminar